viernes, 23 de octubre de 2009

EL CONTRATO SOCIAL de J. J. Rousseau

De acuerdo a las ideas de Rousseau, responde en tus propias palabras, a las preguntas que acompañan los siguientes fragmentos del Contrato Social.
Señala, además, las semejanzas que encuentres con nuestra situación actual.


EL CONTRATO SOCIAL
Juan Jacobo Rousseau

LIBRO III
CAPÍTULO VI DE LA MONARQUÍA
………….
“ Pero si, según Platón, es tan raro encontrar un rey que lo sea por naturaleza, ¿será fácil que haya uno, en quien la naturaleza y la fortuna concurran para coronarle? Y si la educación real corrompe indispensablemente a los que la reciben; ¿qué se debe esperar de una serie de hombres educados para reinar? Luego es querer hacerse ilusión confundir el gobierno real con el de un buen rey. Para ver lo que aquel gobierno es en sí mismo, es menester examinarle cuando haya príncipes de corto talento o malvados; porque o subirán al trono siéndolo ya, o el trono los hará tales.
Estas dificultades no han escapado a nuestros autores; pero no por esto les han arredrado. El remedio consiste, según ellos, en obedecer sin murmurar. Dios en su cólera, envía los malos reyes, y han de ser tolerados como unos castigos del cielo. Este modo de discurrir edifica, no hay duda; pero no sé si estaría mejor en un púlpito que en un libro de política. ¿Qué se diría de un médico que prometiese milagros, y cuya habilidad consistiese tan sólo en exortar a su enfermo a tener paciencia? …..”
……………….
1.- ¿Qué exortación han hecho siempre los gobernantes de corto talento?


LIBRO III,
CAPÍTULO VIII QUE LA MISMA FORMA DE GOBIERNO NO CONVIENE A TODOS LOS PAÍSES
………..
“En todos los gobiernos del mundo, la persona pública consume sin producir nada. De donde saca pues la subsistencia consumida? Del trabajo de sus miembros. Lo que sobra á los particulares produce lo que el público necesita. De lo que se sigue que el estado civil no puede subsistir sino mientras que el trabajo de los hombres produzca más de lo que necesiten.
Mas este sobrante no es el mismo en todos los países del mundo. En muchos de ellos, es muy considerable; en otros, mediano; en otros, no le hay; y en otros, es negativo. Esta relación depende de la fertilidad del clima, de la clase de trabajo que exige la tierra, de la naturaleza de sus producciones, de la fuerza de sus habitantes, del mayor o menor consumo que necesitan, y de una multitud de relaciones semejantes propias de cada país.
Por otra parte, todos los gobiernos no son de la misma naturaleza: hay unos más o menos consumidores que otros; y las diferencias se fundan en estotro principio, a saber, que cuanto más se apartan de su origen las contribuciones públicas, tanto mas onerosas son. No se ha de medir esta carga por la cantidad de los impuestos, sino por el camino que han de hacer para volver á las manos de donde salieron. Cuando esta circulación se hace en poco tiempo y está bien establecida, poco importa que se pague poco o mucho: el pueblo siempre es rico, y la hacienda está siempre en buen estado. Al contrario, aun cuando el pueblo pague muy poco, si este poco no vuelve a sus manos, dando continuamente, bien pronto quedará exhausto, el estado nunca será rico y el pueblo siempre será miserable.
……………. en fin en vez de gobernar a los súbditos para hacerlos felices, el despotismo los hace miserables para gobernarlos.”
…………………….
2.- ¿De dónde debe salir el dinero para la “persona pública”?
3.- ¿Qué hace que las contribuciones públicas sean más onerosas?
4.- Si no se ha de medir la carga de los impuestos por su cantidad, ¿entonces por qué se ha de medir?
5.- ¿Qué caracteriza a un gobierno déspota?

LIBRO III
CAPÍTULO X DEL ABUSO DEL GOBIERNO Y DE SU PROPENSIÓN A DEGENERAR
“ Así como la voluntad particular obra sin cesar contra la voluntad general, así también el gobierno hace un continuo esfuerzo contra la soberanía. Cuanto más crece este esfuerzo, tanto más se altera la constitución; y como aquí no hay otra voluntad de corporación que resistiendo a la del príncipe, se equilibre con ella, tarde o temprano debe el príncipe indispensablemente oprimir al soberano y romper el contrato social.
…………….
La disolución de un estado puede suceder de dos maneras. En primer lugar, cuando el príncipe deja de administrar el estado según las leyes y usurpa el poder soberano. Entonces sucede un cambio notable; y es, que no se reduce el gobierno, sino el estado: quiero decir, que se disuelve el grande estado y que se forma otro dentro de este, compuesto tan solo de los miembros del gobierno, y que para el resto del pueblo ya no es mas que un señor y un tirano. De suerte que al punto que el gobierno usurpa la soberanía, se rompe el pacto social; y todos los simples ciudadanos, recobrando de derecho su libertad natural, pueden verse forzados á obedecer, pero no están obligados á ello.”
……………………….
6.- ¿Cómo y por qué hace el gobierno un continuo esfuerzo contra la soberanía?
7.- ¿Cómo se rompe el Contrato Social?
8.- ¿Qué es lo que lleva al gobierno a romper el contrato social o lo que es lo mismo, a la disolución del Estado?


LIBRO III
CAPÍTULO XII CÓMO SE SOSTIENE LA AUTORIDAD SOBERANA
“No teniendo el soberano mas fuerza que el poder legislativo, sólo obra por medio de leyes; y no siendo éstas más que los actos auténticos de la voluntad general, sólo puede obrar el soberano cuando el pueblo se halla congregado. Congregado el pueblo, se dirá; que quimera! Es verdad que hoy lo es, pero no lo era ciertamente dos mil años atrás. Si habrán mudado los hombres de naturaleza?
Los límites de lo posible, en las cosas morales, no son tan reducidos como creemos: nuestras debilidades, nuestros vicios, nuestras preocupaciones son las que los estrechan. Las almas bajas no creen en los grandes hombres: los viles esclavos sonríen con un aire de befa al oír la palabra libertad.
Calculemos lo que puede hacerse por lo que se ha hecho ya. No hablaré de las antiguas repúblicas de Grecia; pero la Romana era, á lo que me parece, un grande estado, y la ciudad de Roma una ciudad populosa. El último censo dio en Roma cuatrocientos mil ciudadanos armados; y la última enumeración del imperio más de cuatro millones de ciudadanos, sin contar los vasallos, los extranjeros, las mujeres, los niños y los esclavos.
Cuántas dificultades no se encontrarían para juntar con frecuencia el inmenso pueblo de esta capital y de sus contornos! Sin embargo, pocas semanas transcurrían sin que se congregara el pueblo romano, y esto no una sola vez. No solamente ejercía los derechos de la soberanía, si que también parte de los del gobierno. Entendía en algunos negocios, juzgaba ciertas causas, y todo este pueblo era en la plaza pública tan pronto magistrado como ciudadano.
Remontándonos a los primeros tiempos de las naciones, encontraríamos que la mayor parte de los antiguos gobiernos, y aun los monárquicos, como los de los Macedonios y de los Francos, tenían consejos por este estilo. Sea lo que fuere, este sólo hecho incontestable responde a todas las dificultades: de lo existente a lo posible me parece buena la consecuencia.”

9.- ¿Cómo se sostiene la autoridad soberana del pueblo?
10.- ¿Qué ejemplo a este respecto nos legó el pueblo romano?

LIBRO III
CAPÍTULO XV DE LOS DIPUTADOS O REPRESENTANTES
“Tan pronto como el servicio público deja de ser la principal ocupación de los ciudadanos, y que estos quieren servir con su bolsa antes que con su persona, se encuentra ya el estado muy cerca de su ruina. ¿Es preciso ir á la guerra? pagan tropas y se quedan en casa: ¿es preciso ir al consejo? nombran diputados y se quedan en casa. A fuerza de pereza y de dinero, tienen en fin soldados para esclavizar la patria y representantes para venderla.
El bullicio del comercio y de las artes, la interesada codicia de la ganancia, la molicie y el amor a las comodidades son las causas de que se muden en dinero los servicios personales. Se cede una parte del provecho para aumentarle libremente. Dad dinero, y bien pronto tendréis cadenas. La palabra hacienda es una palabra de esclavos, que no se conoce en los estados libres. En estos, los ciudadanos lo hacen todo con sus brazos y nada con dinero; lejos de pagar para eximirse de sus deberes, pagarían para desempeñarlos por sí mismos. Estoy bien lejos de seguir las ideas comunes; creo que los servicios corporales son menos contrarios á la libertad que las contribuciones.
Cuanto mejor constituido está un estado, tanta mas preferencia tienen en el espíritu de los ciudadanos los negocios públicos que los privados. Y hay también menos negocios de esta clase, porque como la suma de la dicha común proporciona una porción más considerable a la de cada individuo, no debe buscar tanta en los cuidados particulares. En un estado bien arreglado cada cual corre a las asambleas; bajo un mal gobierno, nadie quiere dar un paso para ir a ellas, porque nadie toma interés en lo que se hace, pues se prevé que la voluntad general no será la que domine, y en fin porque los cuidados domésticos ocupan toda la atención. Las buenas leyes hacen dictar otras mejores, las malas son seguidas de otras peores. En el momento en que, hablando de los negocios del estado, diga alguno, ¿qué me importa?, se ha de contar que el estado está perdido.
La tibieza del amor á la patria, la actividad del interés privado, la inmensidad de los estados, las conquistas, el abuso del gobierno, han hecho imaginar el medio de los diputados o representantes del pueblo en las asambleas de la nación. Esto es lo que en algunos países se atreven á llamar tercer-estado o bien estado llano. De este modo el interés particular de dos clases ocupa el primero y segundo puesto, y el interés público el tercero.
La soberanía no puede ser representada, por la misma razón por la que no puede ser enajenada: consiste en la voluntad general, y la voluntad no se representa, porque o es ella misma, o es otra; en esto no hay medio. Luego los diputados del pueblo no son ni pueden ser sus representantes: son tan solo sus comisarios, y no pueden determinar nada definitivamente. Toda ley que el pueblo en persona no haya ratificado es nula, y ni aun puede llamarse ley. El pueblo Inglés cree ser libre, y se engaña; porque tan solo lo es durante la elección de los miembros del parlamento, y luego que estos están elegidos, ya es esclavo, ya no es nada. El uso que hace de su libertad en los cortos momentos en que la posee, merece por cierto que la pierda.”
……………………..
11.- ¿Cuál debe ser la principal ocupación de los ciudadanos?
12.- ¿En qué momento el Estado está perdido?
13.- ¿Por qué los diputados no pueden ser representantes del pueblo?, entonces, ¿qué son?
14.- ¿Qué es indispensable para que una ley sea válida?
15.- ¿Por qué es aparente –según Rousseau- la libertad del pueblo inglés?

LIBRO III
CAPÍTULO XVIII MEDIO PARA PREVENIR LAS USURPACIONES DEL GOBIERNO
“ De estas aclaraciones resulta, en confirmación del capítulo XVI, que el acto de institución del gobierno no es un contrato, sino una ley; que los depositarios del poder ejecutivo no son los señores del pueblo, sino sus oficiales; que este puede nombrarlos y destituirlos cuando le acomode; que no se trata de que ellos contraten, sino de que obedezcan; y que encargándose de las funciones que el estado les impone, no hacen mas que cumplir con los deberes de ciudadanos, sin tener en manera alguna el derecho de disputar sobre las condiciones.
Según esto, cuando el pueblo instituye un gobierno hereditario, bien sea monárquico en una familia, bien sea aristocrático en una clase de ciudadanos, no se entiende que se haya obligado; sino que da una forma provisional a la administración, hasta que le acomode mandar otra cosa.
……. de esta obligación de la que saca el príncipe una ventaja muy grande para conservar su poder a pesar del pueblo, sin que pueda decirse que lo haya usurpado: pues haciendo ver que no hace más que usar de sus derechos, le es muy fácil extenderlos e impedir bajo el pretexto de la pública tranquilidad, las asambleas destinadas a restablecer el buen orden; de modo que se prevale de un silencio que no deja romper o de las irregularidades que hace cometer, para suponer en favor suyo el consentimiento de aquellos a quienes hace callar el temor, y para castigar a los que se atreven á hablar. No de otra suerte los decenviros, elegidos primeramente para un año y continuados después para otro, intentaron perpetuar su poder no permitiendo que se juntaran los comicios; y por este medio tan fácil, todos los gobiernos del mundo, una vez revestidos de la fuerza pública, usurpan tarde o temprano la autoridad soberana.
Las asambleas periódicas de que he hablado antes, son las mas a propósito para evitar o diferir esta desgracia, sobre todo cuando no hay necesidad de que sean convocadas formalmente, porque en tal caso no puede el príncipe impedirlas sin declararse abiertamente infractor de las leyes y enemigo del estado.
La abertura de estas asambleas, que sólo tienen por objeto la conservación del pacto social, debe hacerse siempre por dos proposiciones, que no se puedan suprimir jamás, y que pasen a votarse por separado.”
………
16.- ¿Qué poder tiene el pueblo respecto a los depositarios del poder?
17.- ¿Qué obligación tienen los depositarios del poder respecto al pueblo?
18.- ¿Con qué pretexto el gobernante impide que el pueblo se congregue?
19.- ¿Para qué se recomienda realizar asambleas periodicas?


LIBRO IV
CAPÍTULO I LA VOLUNTAD GENERAL ES INDESTRUCTIBLE
“Mientras que muchos hombres reunidos se consideran como un solo cuerpo, no tienen mas que una voluntad que se dirige a la común conservación y al bienestar general. Entonces todos los resortes del estado son vigorosos y simples, sus máximas claras y luminosas, no tiene intereses confusos ni contradictorios, el bien común se echa de ver con evidencia en todas partes, y cualquiera que tenga buen discernimiento sabrá distinguirle. La paz, la unión y la igualdad son enemigas de las sutilezas políticas.
…. Pero cuando el nudo social empieza a ceder y el estado a relajarse, cuando los intereses particulares empiezan a hacerse sentir y las pequeñas sociedades a influir en la grande, el interés común se altera y encuentra oposición; ya no hay unanimidad en los votos; la voluntad general ya no es la de todos; se excitan contradicciones y debates; y el mejor parecer no se adopta sin disputas.
En fin cuando el estado, cercano a su ruina, subsiste solamente por una forma ilusoria y vana, cuando el vínculo social se rompe en todos los corazones, cuando el más vil interés se adorna con descaro con el nombre sagrado del bien público, la voluntad general enmudece entonces; guiados todos por motivos secretos, no opinan ya como ciudadanos, sino como si jamás hubiese existido el estado; y se hacen pasar falsamente con el nombre de leyes los inicuos decretos, que solo tienen por fin el interés particular.
¿Acaso de aquí se sigue que la voluntad general esté anonadada o corrompida? No por cierto ésta siempre es constante, inalterable y pura; pero está subordinada a otras que pueden más que ella.
20.- ¿Qué se requiere para que un Estado sea vigoroso?
21.- ¿Qué destruyen las sutilezas políticas?
22.- ¿Qué provoca las contradicciones y debates en una sociedad?
23.- ¿Qué hace posible que “inicuos decretos” se conviertan en leyes?

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